Monday, September 12, 2005
Megapista en medio del chaco: la base aérea resulta un estratégico “portaviones
Crece la polémica por los 400 soldados estadounidenses asentados en Mariscal Estigarribia. El Gobierno paraguayo niega la instalación de una base norteamericana en la zona habitada por unas 2 mil personas, sin embargo, las facilidades del megaaeropuerto lo contradicen.
Paraguay tiene pista de 3.800 metros de largo en el Chaco
Una pista de aterrizaje de 3.800 metros de longitud se extiende en el chaco paraguayo, en inmediaciones de la ciudad de Mariscal Estigarribia, a 200 kilómetros de la frontera con Bolivia. Allí se ubicarán —en los siguientes 18 meses— los 400 soldados estadounidenses cuyo ingreso autorizó el Congreso de Paraguay el mes de mayo pasado.
Un reportaje publicado el domingo por el matutino Clarín de Buenos Aires revela que la pista de aterrizaje de la base Mariscal Estigarribia es tan amplia que puede recibir aviones de gran envergadura como bombarderos y de transporte de tropas y pertrechos militares de gran peso (B-52, C-130 Hércules, C-5 Galaxy y KC 135, entre otros).
El vocero del Ejército de Paraguay, coronel Elio Flores Servín, reconoció que la base aérea “es más grande que la del aeropuerto de Asunción”.
La base militar ha desatado un duro debate político en Paraguay desde que el Congreso aprobara —el 26 de mayo— una ley que concede inmunidad a las tropas de Estados Unidos, algo por lo que la Casa Blanca presiona sin éxito a varios países de la región, incluidos Bolivia, Brasil y Argentina. Lo novedoso del caso es que, por primera vez en la historia paraguaya, se autorizó la entrada en tandas de 400 soldados estadounidenses para 13 operativos de entrenamiento y adoctrinamiento en materia de seguridad y defensa, así como para tareas de asistencia médica y social a poblaciones pobres.
Los ejercicios bilaterales son habituales desde la década del 60, pero nunca antes se habían autorizado por tanto tiempo —se extienden durante 18 meses hasta diciembre de 2006— y son prorrogables.
Las versiones señalan que Estados Unidos busca instalar una base militar en la zona con el objetivo de “vigilar la región”, aunque la Cancillería paraguaya niega esa posibilidad.
Mariscal Estigarribia tiene apenas 2 mil habitantes. Unos 300 pertenecen al Tercer Cuerpo del Ejército, con asiento en el departamento de Boquerón.
La villa se encuentra a unas diez cuadras de la pista de aterrizaje que hoy es el centro del debate político del país.
“No hay movimientos de tropas aquí, pero la pista es usada una o dos veces a la semana por civiles o algún transporte militar de urgencia. También vienen aviones de estancias de la zona”, afirmó el vicesargento Rodolfo Riveros, una de las siete personas al cuidado del complejo castrense que bordea la cinta asfáltica.
Construida a mediados de los años 80 por técnicos de Estados Unidos convocados por la dictadura de Alfredo Stroessner, la cinta de asfalto gris tiene 3.800 metros de longitud y se encuentra en excelente estado.
Los expertos consultados por Clarín aseguraron que la pista es “absolutamente sobredimensionada” para las necesidades de la Fuerza Aérea Paraguaya, que opera con apenas 8 aviones Xavante y Pillán de porte mediano, y ocho avionetas Cessna de entrenamiento.
La base cuenta con un enorme radar —hoy inactivo— para el control de tráfico aéreo, sistemas de aterrizaje nocturno, bocas de reaprovisionamiento de combustible y amplios hangares, según el relevamiento hecho por el matutino argentino.
“Las agendas de Estados Unidos y Paraguay se complementaron en materia de seguridad y defensa”, manifestó el vicepresidente paraguayo, Luis Castiglioni.
La nueva relación entre Asunción y Washington fue sellada a mediados de agosto con la sorpresiva llegada a Paraguay del jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld.
Pero los primeros contactos se remontan a inicios de año a instancias de Castiglioni, un político visto con simpatía por el empresariado paraguayo. El vicepresidente se entrevistó en Washington con su colega Dick Cheney, Rumsfeld y el Director del FBI. Posteriormente, el presidente Nicanor Duarte Frutos se vio con George W. Bush y Rumsfeld.
El dato es relevante, aseguró el diario argentino, ya que nunca antes un Presidente paraguayo había sido recibido oficialmente en la Casa Blanca.
Según el reportaje, a diez cuadras de distancia de la enorme pista se levanta una villa militar, del Tercer Cuerpo del Ejército, y una población civil que ha crecido recostada sobre las necesidades castrenses.
La zona se encuentra a 200 kilómetros de la frontera con el chaco boliviano, en momentos en que la lupa de Washington se deposita sobre Bolivia y señala al venezolano Hugo Chávez como el instigador de la inestabilidad en la zona.
La ubicación de la pista es estratégica —según los expertos— porque desde allí se pueden monitorear objetivos sensibles como Bolivia (centro de una disputa interna por los hidrocarburos), el Acuífero Guaraní (uno de los reservorios de agua dulce más grandes del mundo) y la Triple Frontera, en el límite con Argentina y Brasil, para Washington una trastienda regional del terrorismo.
Si bien todos los funcionarios consultados por Clarín
—desde el presidente Duarte Frutos, su Vicepresidente, hasta el ministro de Defensa, Roberto González— han negado que Estados Unidos vaya a instalar una base en Paraguay. Esa versión es tomada con pinzas por líderes de la oposición y analistas en defensa.
“Estigarribia es ideal porque es operable todo el año, pero no creo que Estados Unidos quiera poner ahora una base. Necesita a sus soldados en otras zonas del mundo. Aquí le bastaría con usar la infraestructura paraguaya y creo que ése es su interés. Estoy seguro de que la presencia estadounidense se ampliará”, afirmó el ex ministro de Defensa Horacio Galeano Perrone.
Más allá de estos matices, es evidente que hay una profundización del vínculo militar y de seguridad con Estados Unidos, señala Clarín.
Ese cambio en la estrategia paraguaya se advierte en varios casos. De hecho, sostiene Clarín, se desarrollaron cuatro de los 13 operativos previstos.
El siguiente se realizará este mes. La colaboración creciente se traslada también al combate al tráfico de drogas, donde las capturas de narcotraficantes y de aviones ilegales ha aumentado en los últimos años, según informó la agente especial María Mercedes Castiñeira, directora de Relaciones Públicas de la Secretaría Nacional Antidroga.
Por otro lado, Asunción también reclamó ayuda policial, por lo cual Estados Unidos abrirá en breve por primera vez una oficina del FBI en Paraguay.
“Es evidente que Bush y Rumsfeld no se interesan sólo por las necesidades oftalmológicas de los paraguayos pobres”, ironizó el ex canciller y miembro del Partido Liberal Auténtico Miguel Saguier.
“Esta cooperación marca un giro porque ellos nunca se interesaron por Paraguay. Ahora buscan controlar la zona. Paraguay cede así a los intereses de Estados Unidos y se aleja del Mercosur, lo que no es bueno”, sostuvo el presidente del Congreso, Carlos Filizzola, del opositor País Solidario.
La oposición política y los analistas paraguayos coinciden en que Asunción intenta construir una suerte de Plan Colombia propio —con el apoyo de Estados Unidos— para recibir una inyección de recursos y capacitación, además de la apertura del mercado estadounidense para sus productos.
De ese modo, Paraguay procurarará aprovechar las necesidades de Washington en materia de seguridad regional a espaldas del Mercosur, cuyo rendimiento económico decepciona al Gobierno paraguayo.
Los reproches al bloque regional llegan al extremo de que el Vicepresidente dijo que Asunción quiere firmar un Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos similar al logrado por Chile.
“Le hemos dicho a Estados Unidos que queremos cooperar y construir la paz en la región. Pero para ello deben cooperar con nosotros haciendo posible que desarrollemos nuestra propia industria abriéndonos sus mercados”, agregó Castiglioni.
Los Tiempos Cochabamba - Bolivia Lunes, 12 de septiembre de 2005
CERCA AL PAÍS EEUU tendrá a 400 marines en zona del Chaco paraguayo | Una pista de 3.800 metros de largo se extiende en la ciudad paraguaya de Mariscal Estigarribia, a 200 kilómetros de la frontera con Bolivia
La Paz | La Prensa .- Una pista de aterrizaje de 3.800 metros de longitud se extiende sobre el Chaco paraguayo, en inmediaciones de la ciudad de Mariscal Estigarribia, a 200 kilómetros de la frontera con Bolivia. Allí se ubicarán -en los próximos 18 meses- los 400 soldados norteamericanos, cuyo ingreso fue autorizado por Paraguay el mes pasado.
Un reportaje publicado el domingo por el matutino Clarín revela que la pista de aterrizaje de la base Mariscal Estigarribia es tan amplia que puede recibir aviones de gran envergadura como bombarderos y de transporte de tropas y pertrechos militares de gran peso (B-52, C-130 Hércules, C-5 Galaxy y KC 135, entre otros).
El vocero del Ejército de Paraguay, coronel Elio Flores Servín, reconoció al periódico argentino que la base aérea "es más grande que la del aeropuerto de Asunción", capital del país vecino.
La base militar ha desatado un duro debate político en Paraguay desde que el Congreso aprobara -el 26 de mayo pasado- una ley que concede inmunidad a las tropas de EEUU, algo por lo que la Casa Blanca viene presionando sin éxito a varios países de la región, incluidos Bolivia, Brasil y Argentina. Lo novedoso del caso es que, por primera vez en la historia paraguaya, se autorizó la entrada en tandas de 400 soldados estadounidenses para 13 operativos de entrenamiento y adoctrinamiento en temas de seguridad y defensa,junto a tareas de asistencia médica y social a los más pobres. Los ejercicios bilaterales son habituales desde la década del 60, pero nunca antes se habían autorizado por tanto tiempo -se extienden durante 18 meses hasta diciembre de 2006- y son prorrogables.
Las versiones señalan que Estados Unidos estaría buscando instalar una base militar en la zona con el objetivo de "vigilar la región", aunque la Cancillería paraguaya niega esa posibilidad. Estigarribia cuenta con apenas 2 mil habitantes. Unos 300 pertenecen al Tercer Cuerpo del Ejército, con asiento en el departamento de Boquerón.
La villa se encuentra a unas 10 cuadras de la pista de aterrizaje que hoy es el centro del debate político del país. "No hay movimientos de tropas aquí, pero la pista es usada una o dos veces a la semana por civiles o algún transporte militar de urgencia. También vienen aviones de estancias de la zona", dice el vicesargento Rodolfo Riveros, una de las siete personas al cuidado del sencillo complejo militar que bordea la cinta asfáltica.
La mirada sobre Bolivia
La nueva relación entre Asunción y Washington fue sellada a mediados de agosto con la sorpresiva llegada a Paraguay del jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld.
Pero los primeros contactos se remontan a inicios de año a instancias de Castiglioni, un político visto con simpatía por el empresariado guaraní.
El vicepresidente se entrevistó en Washington con su colega Dick Cheney, Rumsfeld y el director del FBI. Posteriormente, el presidente Nicanor Duarte Frutos se vio con George Bush y Rumsfeld.
El dato es relevante, asegura el diario argentino, ya que nunca antes un presidente paraguayo había sido recibido oficialmente en la Casa Blanca.
Según el reportaje, a 10 cuadras de distancia de la enorme pista se levanta una villa militar, del Tercer Cuerpo del Ejército, y una población civil que ha crecido recostada sobre las necesidades castrenses.
La zona se encuentra a 200 kilómetros de la frontera con el Chaco boliviano, en momentos en que la lupa de Washington se deposita sobre Bolivia y señala al venezolano Hugo Chávez como el instigador de la inestabilidad en la zona.
ESTRATEGIA
La ubicación de la pista es estratégica -dicen los expertos- porque desde allí se pueden monitorear objetivos sensibles como Bolivia (centro de una disputa interna por los hidrocarburos), el Acuífero Guaraní (uno de los reservorios de agua dulce más grandes del mundo) y la Triple Frontera, en el límite con Argentina y Brasil, para Washington, una trastienda regional del terrorismo.
De el Periodico La Prenza de La Paz Bolivia Septiembre 13, 2005
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