Monday, November 12, 2012

Bióloga boliviana Erika Cuéllar gana el premio internacional Rolex por su trabajo en el Chaco



El premio económico lo utilizará en un proyecto para salvar a los guanacos, especie en peligro en el sur boliviano, y en la capacitación de los indígenas como técnicos biólogos.

 
La bióloga boliviana Erika Cuéllar Foto:BBC Mundo

La Razón Digital / Carlos Corz / La Paz
11 de noviembre de 2012
 
La bióloga boliviana Erika Cuellar fue ganadora del prestigioso premio internacional Rolex 2012, por la labor que desarrolla en la región del Chaco para preservar la biodiversidad. En este desafío involucró a jóvenes guaraníes, a quienes consiguió formar como técnicos biólogos, según un reportaje publicado en la BBC Mundo.
El proyecto de la boliviana fue seleccionado de entre más de 3.500 candidatos de 154 países. El premio, que será entregado en una ceremonia en Nueva Delhi, India, el 27 de noviembre, consiste en 100.000 francos suizos (más de 100 mil dólares) y un cronómetro Rolex.
El trabajo de Cuellar en el Gran Chaco comenzó en 1997 y, desde entonces estuvo vinculada no sólo con la problemática de la conservación sino también con las comunidades indígenas. Los habitantes de la zona lograron la declaración de un área protegida de 3,4 millones de hectáreas, el parque Kaa-Iya. “Yo entré a trabajar como bióloga, mi primer trabajo después de recibirme", contó.
Su inquietud hizo que encaminara un proyecto de capacitación de jóvenes guaraníes, para lo cual consiguió financiamiento y apoyo de la fundación británica Whitley Fund for Nature. En 2007 obtuvo fondos para desarrollar un curso intensivo de conservación de ocho meses evaluado por un instituto reconocido por el gobierno boliviano.
Al final del curso, jóvenes de tres etnias del Chanco, elegidos por sus comunidades, entre ellos guaraníes, obtuvieron un certificado, reconociendo su competencia profesional en conservación, y perciben un salario. "Estos jóvenes no sólo tenían el conocimiento natural y la experiencia durante 10 años, también demostraron que eran capaces de estudiar y dar exámenes", sostuvo.
Jóvenes guaraníes bolivianos enseñarán conservación en guaraní a sus pares paraguayos, en un proyecto que tiene como primer objetivo salvar las pequeñas poblaciones aisladas y amenazadas de guanacos que subsisten en el Chaco.
Cuéllar cree que el proyecto puede replicarse en otras partes de América Latina, "donde la gente local no es integrada en los procesos de conservación y por eso no tenemos conservación a largo plazo".
"La integración de la población local en los proyectos de conservación en América Latina es fundamental. No podemos ignorar que hay gente viviendo de los recursos naturales cerca de las áreas protegidas, que no debe ser vista como mano de obra barata", señaló a BBC Mundo.
El modelo de conservación desarrollado por Cuéllar ya ha despertado interés fuera de Latinoamérica y la bióloga fue invitada a explicar el proyecto en la India.
El proyecto que será financiado con el premio Rolex está centrado en formar parabiólogos en los otros países del Gran Chaco Americano, un bioma de un millón de kilómetros cuadrados que alberga la mayor extensión de bosque tropical seco del mundo.
Además se harán trabajos para salvar a guanacos, un de las especie en riesgo en la medida que quedan grupos aislados de unos 200 en el Chaco de Bolivia, Paraguay y Argentina. Una población tan limitada puede no ser viable, pero "nuestra esperanza es que hay una población igual de pequeña en Paraguay, a solamente 37 kms y otra en el Chaco de Argentina".
Cuéllar impulsará un proyecto trinacional enfocado en esta especie, con la esperanza de que las poblaciones entre Bolivia y Paraguay tengan un intercambio genético.

Chaco Boliviano, Un Bosque Protegido













Por: Maria Cerro Constantino
Pasajero a bordo, en el Santa Cruz
Biodiversity Reporting Award 2006  / Ganador de Reportes de Biodiversidad del 2006
Noviembre, 2012

Con sus características únicas, la porción boliviana del Gran Chaco presenta una extensa Área Protegida de importancia internacional, donde la naturaleza y la población nativa conviven en armonía. EL ECOSISTEMA CHAQUEÑO
El Gran Chaco es una región biogeográfica de aproximadamente 1.000.000 Km2 situada en el centro de Sudamérica. Lo integran Argentina (prácticamente con el 46% del área), Paraguay (34%), Bolivia (20%) y Brasil (con una ínfima parte). Se caracteriza por sus marcados gradientes climáticos y una gran evapo-transpiración que ocasiona un déficit hídrico durante la mayor parte del año. La región presenta una alta diversidad de ambientes, con un paisaje heterogéneo de llanuras, sierras, grandes ríos, sabanas secas e inundables, esteros, bañados, salitrales y grandes extensiones de bosques. El Gran Chaco contiene una gran riqueza en especies y una alta tasa de endemismo en comparación con ambientes similares, por lo cual la región es considerada una de las de mayor diversidad ambiental y biológica del planeta, además de constituir el área boscosa más grande del continente después de la selva amazónica.
EL CHACO EN BOLIVIA
El Chaco boliviano cubre la región oriental y suroriental de los departamentos de Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija. Es una continuación de las planicies del Beni que presenta también serranías y pequeñas montañas.
La población rural del área está compuesta en su mayoría por ganaderos y pequeños agricultores. Los pueblos nativos, que continúan viviendo en la zona conservando sus tradiciones e idioma, son los chiquitanos, los ayoreos y especialmente los guaraníes, que se integran armónicamente en su entorno natural.
KAA IYA, GUARDIAN DEL CHACO
Kaa Iya significa, en lengua guaraní, "Protector del Bosque". Con este hermoso nombre indígena se creó, en 1.995, el Parque Nacional y el Área Natural de Manejo Integrado Kaa Iya del Gran Chaco, que con sus 4.441.115 Has. constituye el Parque Nacional más grande de Sudamérica y el bosque tropical seco mejor preservado del Chaco Boreal. Ubicado al sur del Departamento de Santa Cruz, el Kaa Iya está asentado en una de las regiones científicamente más interesantes de Sudamérica.
El área presenta dos categorías distintas de protección. La mayor parte de la misma es Parque Nacional, destinado a la conservación de los recursos biológicos, geomorfológicos, escénicos y paisajísticos chaqueños, mientras que otra porción del mismo, con categoría de ANMI (Área Natural de Manejo Integrado) tiene por objeto compatibilizar la conservación de la diversidad biológica con el desarrollo sostenible de la población local.
La variedad florística es destacable en el área, registrándose casi 900 especies vegetales, aunque se estima un promedio de 1.500 especies de plantas superiores. Destacan el quebracho colorado (Schinopsis quebracho-colorado), el soto negro (Schinopsis cornuta), el cuchi (Astronium urundeuva), el toborochi (Chorisia speciosa), el saó (Trithrinax schizophylla), el carandá (Copernicia alba) y el guayacán negro (Izozogia nellii), endémico del Parque, entre otras.
Se cuenta aproximadamente con 350 especies animales registradas. Algunos mamíferos destacables son el chancho tropero del Chaco, endémico de la región (Catagonus wagneri), así como el armadillo (Cabassous chacoensis), el tapir (Tapirus terrestris), el jaguar (Panthera onca) o el puma (Felis concolor). Entre las aves, la pava pintada (Crax fasciolata), el águila harpía coronada (Harpyhaliaetus coronatus) y el halcón viuda (Spizastur melanoleucus) son especies de gran interés.
EL OASIS CHAQUEÑO
De entre todas las maravillas naturales de esta área, hay una que merece especial atención. Con 615.882 hectáreas, los Bañados del Izozog -un tercio de los cuales se halla en el Parque Nacional- y con ellos el río Parapetí, fueron declarados sitio Ramsar (Humedal de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas) en 2001, constituyendo uno de los humedales más relevantes del Bolivia. Su conexión hidrológica con la cuenca del Amazonas lo convierte en parte de un corredor biológico que permite la circulación de especies entre el norte húmedo y las zonas áridas del sur. Al ser la única fuente de agua dulce en una región seca, cuando no llueve es vital para grandes mamíferos vulnerables o en peligro como armadillos, panteras, pecaríes y tapires.
LA MANO INDÍGENA
Una de las mayores concentraciones humanas del área, que se halla casi despoblada, se encuentra en los Bañados del Izozog, donde viven 25 comunidades guaraníes. Estos indígenas, junto con el SERNAP (Servicio Nacional de Áreas Protegidas) y organizaciones no gubernamentales, administran el Kaa Iya a través de la Capitanía del Alto y Bajo Izozog (CABI), organización indígena a la que pertenecen. El gran logro de estos nativos es demostrar que los pueblos originarios pueden gestionar con éxito las áreas protegidas a través de técnicas de manejo sostenible que, basadas en siglos de sabiduría, aseguran el futuro de sus hábitats naturales.
SALVAR EL CHACO
A pesar de todos los esfuerzos, los ecosistemas chaqueños son frágiles: sus suelos son mayormente arenosos y pobres en nutrientes, las precipitaciones son escasas, los vientos son fuertes, las temperaturas elevadas, y el pastoreo y la tala, excesivos.
Ante la necesidad de detener esta grave degradación, Argentina, Bolivia y Paraguay manifiestan la necesidad de trabajar en forma conjunta. Tanto es así que en estos días se puso en marcha el Proyecto de Manejo Sostenible del Gran Chaco Americano, del Fondo Internacional para el Medio Ambiente, en el que participan los tres países. El objetivo es preparar un proyecto integral para la región del Gran Chaco que permita el manejo sostenible de los recursos. Se espera finalizarlo a fin de año para que lleve a cabo su ejecución en los próximos 4 a 5 años.
Así, con la ayuda de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, de los habitantes de la zona y de los visitantes que llegan a conocerlo y aprenden a valorarlo, el Chaco podrá seguir siendo tan grande como siempre fue.